martes, 6 de noviembre de 2012

¡La violencia es de todos!


¿Realmente quieren terminar la violencia?

 
Combatir la creciente violencia en los estadios de fútbol en Ecuador ya no es una tarea para acciones de media tinta. Si seguimos creyendo que todo se va a resolver por su cuenta, echándole la culpa a los demás y lamentándonos cada vez que sucede una desgracia, estamos condenados a seguir repitiendo la historia con escenas de novelería que durarán dos días y dos ruedas de prensa antes de enterrarse en el olvido.

Estamos cansados de contar las veces que se prometen “Leyes Anti Violencia” que casualmente tienen el mismo número que las víctimas de las medidas tibias.

Si realmente quieren cambiar la historia, si realmente quieren ganarle la batalla a la violencia en los estadios, si realmente los intereses humanos están por encima de los comerciales y de los compromisos con la popularidad y la política, aquí les presento una idea de medidas destinadas a combatir la desgracia que llega por la degeneración de la pasión deportiva:

A LOS DIRIGENTES DEPORTIVOS

Deben legislar en su ámbito con la camiseta del deporte y del bienestar humano. No pueden seguir pensando en los artículos y sanciones con la visión de "qué pasa si me sucede a mí"  y deben asumir un verdadero compromiso con su conciencia.

1.      Agilitar proceso de juzgamientos y sanciones

No puede seguir existiendo las famosas “salidas reglamentarias” que requieren de que los actos vandálicos en los estadios deben constar exclusivamente en los informes arbitrales o que los intentos de agresiones deben consumarse para poder ser sancionados. Retirar la traba de requerir el “vídeo certificado” del canal que transmitió oficialmente el evento y actuar de oficio en todos los casos que pudieran constituir infracción, no sólo en el que se involucre la “honra” de los miembros de la Federación Ecuatoriana de Fútbol”.

En definitiva, así como dentro del campo de juego el árbitro está obligado a “nunca beneficiar al infractor”, así mismo deben actuar los organismos de sanción dentro de la matriz del fútbol.

2.      Endurecer las penas

La pérdida de puntos, de partidos y hasta de la categoría debe estar más al alcance de los organismos de sanción, sin necesidad de esperar hasta tres advertencias en lanzamientos de objetos al campo de juego.

Agresiones entre aficionados deben ser sancionadas con pérdida de puntos de los dos equipos si la gresca se produjo entre barras rivales, y con pérdida de los puntos del equipo involucrado si la gresca se produjo entre integrantes de la misma barra. El reporte oficial de las autoridades locales debería ser suficiente para establecer las sanciones correspondientes, no importando si las agresiones se dieron antes, durante o después del partido, o si hubo o no víctimas mortales.

Sanciones a jugadores, miembros de cuerpo técnico, dirigentes o árbitros que promuevan de cualquier manera la violencia deben ser establecidas de manera drástica por los organismos correspondientes dentro de la FEF, llevando desde suspensiones hasta expulsiones definitivas de los torneos. Los elementos para establecer estas sanciones podrían venir de una comisión externa al organismo oficial que estudie el hecho punible y lo exponga ante la comisión disciplinaria. El estudio lo podría realizar por denuncia receptada o actuando de oficio ¿Cómo conformar este organismo? Delegados de la Policía Nacional, Ministerio de Deportes, Ministerio de Seguridad, Defensa Civil, etc.

Fuera del ámbito deportivo también existen responsabilidades que deben tratarse y sancionarse en organismos correspondientes con la misma severidad.

A LOS AFICIONADOS Y PERIODISTAS

Ya sea antes, durante o después de los eventos deportivos, un aficionado debe ser susceptible de sanción ante la ley ordinaria por acciones que pudieran generar violencia.

Un aficionado que sea captado en cámaras de vídeo, grabaciones en entrevistas públicas, causando o provocando violencia, debe ser procesado judicialmente por un organismo que, después de analizar el caso, se constituya en acusador particular del sindicado para que se cumplan los procesos de ley.

La severidad con la que los aficionados puedan ser juzgados, dependerá de los cargos por los cuales se los procese y de las leyes vigentes en la justicia ordinaria.

La prensa, en algunos casos, juega un papel importante en la generación de violencia. La publicación de declaraciones provocadoras de violencia no puede seguir siendo justificadas con el argumento de la Libertad de Expresión o con la responsabilidad exclusiva de quien lo dijo. El medio de comunicación y el periodista deben ser responsables de lo que se publica y por lo tanto sujetos al cumplimiento de la ley.

La misma Comisión de alto nivel formada para analizar casos de violencia en los estadios podría ser el organismo llamado a ser el acusador particular en casos de este tipo. Ya sea en base a denuncias receptadas o por actuaciones de oficio., los periodistas y los medios deben estar expuestos a asumir responsabilidades en juicios de imprenta.

Este análisis debe incluir la investigación de publicaciones en las diferentes redes sociales, en donde la generación de violencia es tan absurda y grosera como evidente.

A LAS BARRAS ORGANIZADAS

Los líderes deben estar plenamente identificados y ser responsables absolutos de lo que suceda a su interior. Deben reportar a todos los integrantes de su movimiento y rendir cuentas a las autoridades. Las relaciones y acuerdos con los dirigentes de los clubes debe ser estrictamente prohibida y sancionada en caso de darse.

¿Falta alguien más por controlar? ¿Falta algo más que argumentar? ¿Hay algo de más?... ¡Estoy seguro que sí!

Este experimento es sólo un borrador… ¿Puede usted ayudarme a completarlo aportando ideas?... ¿Está dispuesto a poner su granito de arena para aportar a la eliminación de la violencia en los estadios?

lunes, 5 de noviembre de 2012

El Columnista Invitado...


¡Ganaron los delincuentes!
Realmente me hubiese gustado escribir este artículo refiriéndome a algún resultado exclusivamente descriptivo de una competencia, de un partido de tennis, basketball, baseball o del fútbol que apasiona a la mayoría en nuestro país.

A todos nos gustó siempre reseñar un categórico triunfo, una gesta deportiva trascendental, un campeonato ganado, una goleada histórica, un récord impuesto, o simplemente explicar los motivos por los que se produjo un resultado de alguna competencia.

Desde hace algunos años hemos sido testigos de un partido nefasto que se comenzó a disputar en lo extra deportivo, un cotejo que se ganaba por una goleada cómoda y sin peligro, pero el trámite cambió sustancialmente, es ahora un resultado altamente negativo, quizá podría ser desconsolador sin opciones de cambio.

Como algunos miles de hinchas del fútbol, puedo recordar con una gran nostalgia, aquellas tardes de fútbol en que asistíamos a los estadios, de chicos acompañados por nuestros padres, con el paso de los calendarios con nuestros amigos y compañeros, un tiempo después pudimos llevar a nuestros hijos, y aunque ahora muchos no lo puedan creer, íbamos a disfrutar de la jornada programada, no importaba cuál fuese el partido, era simplemente eso, con algarabía, con emoción, con la ilusión de un triunfo, que en algunas ocasiones culminaba con una dolorosa derrota, pero nada màs que eso.

El partido lo ganaron los delincuentes, aquellos que se esconden en el anonimato de alguna “barra brava”, ahora tienen más trascendencia que los jugadores de fútbol que van a actuar, que aquellos que podrían recuperarse de alguna lesión, o que quizá pierdan o ganen una titularidad, si tienen más importancia las famosas ruedas de prensa para anunciar operativos policiales, las declaraciones de dirigentes o parte de la prensa sobre lo que podría pasar o evitarse en las tribunas.

El resultado cambió, los “famosos” hinchas propinaron contundentes goles, algunos de macabra factura, ya en 1989 falleciò un hincha en un partido copero, algunos estadios fueron casi destruídos por su iracunda demostración de impotencia, el niño Carlos Cedeño recibió una bengala mortal, en la capital una riña cobrò la vida de otro aficionado, ahora pululan las cadenas, cuchillos, armas de fuego entre los simpatizantes de los equipos, ya no basta con la antigua broma al equipo perdedor, las burlas a los amigos que son hinchas contrarios, ahora hay que agredir, destruír cabinas, hay que destrozar los vehículos, pero no fue suficiente, aumentó la sed de odio, venganza, de estúpida demostración de amor a una divisa, ahora también esa sed de odio, sed de muerte se traslada hasta horas antes de los partidos y kilómetros antes de los estadios, definitivamente el partido es de ellos.

Es evidente que no pudimos alinear el equipo correcto, la táctica y estrategia fue fácilmente detectada, y no supimos esconder nuestras deficiencias para evitar lo que ahora es una derrota por goleada y con humillación. No hemos sido capaces de descifrar que aquellos dirigentes que auspiciaron y auspician a esos “barras bravas”, que aquellos periodistas que avivan el fuego de rivalidad entre los hinchas, que aquellos dirigentes que estiman que el lanzar una llanta o un tanque metálico a una cancha no debe obtener sanción sino impacta o mata a alguien, que aquellos intelectuales del insulto que en las redes sociales demuestran su fortaleza de espíritu, todos ellos fueron autores de NEFASTOS AUTOGOLES.

Ahora, ya muy avanzado el segundo tiempo del encuentro, las posibles acciones de control que se tomen, los correctivos en los reglamentos por parte de los dirigentes, la reflexión y objetividad que debe tener la prensa, el terror instaurado en los hinchas que asisten a los escenarios, todas deberán ser estrategias que podrían llegar a unir denodados esfuerzos para apenas poder ilusionarnos con empatar el partido.

Para poder ganar el match, deben llegar sustanciales cambios en todos los actores del fútbol, principalmente en los dirigentes y prensa, deben sumarse las autoridades de control, y también aquellos aficionados, que felizmente son la mayoría, para identificar y denunciar a los delincuentes, sólo así se podrá cambiar el resultado, por ahora LOS DELINCUENTES GANARON EL PARTIDO Y POR GOLEADA.

ANTONIO UBILLA MANCHENO