¡No hay crisis!
El título de este artículo debe ser, sin lugar a dudas, una de las
frases más pronunciadas alrededor de la Federación Ecuatoriana de Fútbol
durante el último mes. No se trata solo de la frase, sino también del tono con
la que puede ser pronunciada dependiendo de quién sea el que la emita.
El convencimiento, el sarcasmo, el cinismo, la incredulidad y la
indignación, son unos cuantos ejemplos de la forma en la que la frase "no
hay crisis" puede ser utilizada.
Pero... ¿Cuál crisis?... ¿De los clubes?
Ningún club ha sido sancionado por incumplimiento de obligaciones
económicas de acuerdo a la nueva reglamentación. Todos encontraron en el camino
prórrogas y plazos muy convenientes para considerarse fuera de crisis.
¿De los dirigentes?
Luego de que algunos de ellos disfrutaron del mundial gracias a la
gentil invitación de la FEF, algunos directivos siguen firmes y campantes en
sus cargos. Aquellos que a la interna sufrían demasiadas presiones, simplemente
buscaron la puerta de salida y evitaron complicaciones. Claramente, no hay
crisis.
¿De los jugadores?
Cuando parecía que los actores principales del espectáculo del fútbol se
hundían en una crisis económica por falta de pago de sus salarios, la
agremiación de futbolistas anunció salir airosa de una reunión en la que habían
dejado hasta el alma para lograr la felicidad de todos sus agremiados. Las
deudas parecían haber desaparecido como por arte de magia y el acuerdo era
celebrado por propios y extraños. Cada vez estaba más claro: no hay crisis.
¿De la selección?
Todos los comentarios que hablaban de una crisis al interior de la
"familia" quedaron anulados. ¿Disputas internas? ¿Mal reparto?
¿Enemistados y caras largas?... ¡Nada de eso! Los jugadores salieron al frente
a desmentir cualquier intento de duda alrededor del grupo, aclarando que
estaban "más unidos que nunca", aunque los comentarios que por
separado hacían a través de todos los medios posibles, parecían salir de
historias diferentes. Si los mismos protagonistas daban sus versiones en ese
sentido, es fácil colegir que entre ellos, no hay crisis.
¿Del Director Técnico?
El entrenador dio por cumplido su ciclo con la selección al término del
mundial. Aunque no sea del agrado de muchos, sus números no eran tan malos y
sus perspectivas futuras eran mucho mejores. Para el DT seguro que no hay
crisis.
Si se trata de crisis, seguramente lo más importante será aprender a
convivir con ella o a "sacarle la vuelta". Así lo demostró la FEF con
mucha astucia en cada momento oportuno.
Cuando se hablaba de crisis entre la FEF y los jugadores de la
selección, la dirigencia puso en la palestra a los jugadores, quienes en la
confusión terminaron desviando la atención hacia un problema exclusivamente
entre ellos y la FEF desapareció del escenario por un momento.
Cuando se trataba de la crisis entre la FEF y los dirigentes de clubes,
aparecieron algunos de ellos con criterios encontrados, logrando entonces que
esa vez la crisis se quede entre dirigentes de clubes, mientras la FEF pasaba
otra vez a la sombra.
Cuando la crisis era entre la FEF y los jugadores por la falta de
cumplimiento de reglamentos y las pocas garantías, el famoso acuerdo que obtuvo
efímeras sonrisas pasaba a transformarse en disputas entre jugadores, ya que
los beneficios de ese acuerdo no terminaban de llegarles.
El negocio es ganar tiempo, ya que por cansancio también se gana.
Nos cansaremos de hablar de los jugadores, del entrenador, de los
sueldos, de las cuentas y de los viajes... Y llegará enero del 2015.
Se realizará un congreso ordinario y se presentarán informes que serán
aprobados con voto de aplauso.
Se realizarán elecciones y los dirigentes que quedaron contentos con la
gestión y los viajes, volverán a levantar la mano de la conformidad.
Entonces podremos darnos cuenta de que en realidad no hay crisis... Ni
económica, ni de dirigentes, ni de jugadores ni de votos. El humo la habrá
cubierto.
¿Crisis moral o de conciencia?... Eso parece estar en segundo plano...
¡No hay crisis!
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