martes, 14 de agosto de 2012

El columnista invitado...

¡MALDITOS ÁRBITROS!

Luis Martín Bustamante


"Nuestros árbitros son malos", es la frase más repetida que se ha escuchado desde las últimas décadas en el país, y esa frase será verdad? Hay que partir de una realidad inobjetable para analizar a nuestros réferis, no son lo mejor del mundo, y distantes están de esta condición, pero son lo peor que hay? El análisis que se hará en este artículo solo impone la posibilidad de tener otra visión sobre este tema, para que ustedes decidan al final del mismo, si se merece o no una óptica diferente.

No resulta muy justo el pedirles excelencia a los árbitros de nuestro país si estos no tienen todos los factores para poder actuar de buena manera, pero claro mientras leen ustedes esto, más que seguro recuerdan algún partido donde su equipo de predilección perdió por culpa según ustedes del hombre de negro, y leer esto no significará mayor cambio en su forma de pensar mientras siga esa pasión por dentro consumiéndolos por lo que su equipo no pudo lograr. Pero el tema de los recursos con los que cuentan nuestros árbitros lo tocaremos más adelante.

Nuestros árbitros no son muy buenos que digamos salvo honrosas excepciones, pero no es tampoco el peor del mundo. La gente solo califica si es bueno o no el árbitro a veces tan solo por una jugada puntual que a pesar de ser una sola, a veces es tan grande que determina el resultado del partido para señalarlo como bueno o malo.

Hay mucha gente que no conoce como se califica a los árbitros, los asesores arbitrales que son los encargados de evaluarlos tienen que llenar una planilla con muchos ítems: como correr correctamente la cancha, la comprensión de la tripleta, correcta administración del tiempo y muchas cosas más. Si deseamos explicar esto es porque muchas veces a los árbitros se los condena tal vez por una jugada puntual, que para colmo es de apreciación de cada quien. Por esto, es que a veces cuando esperamos el martes en FEF la condena brutal del árbitro en cuestión, vemos que la calificación que se le otorga es buena, porque los ítems que se toman en cuenta así lo determinan de manera justa.

Ahora hay veces también en que los asesores arbitrales se equivocan de manera pronunciada en su calificación, por eso es que la comisión de arbitraje recalifica y se puede cambiar el puntaje y ser mucho más justo. En esto nos detendremos un poco, porque si se encuentran deficiencias en el desenvolvimiento de los asesores, ellos parece que deben mejorar, porque se ve ahí un factor de mal funcionamiento, que por suerte es corregible, es cuestión de saber hacer bien las cosas. Lo bueno es que la comisión pertinente cuando tiene que enmendar los errores de los asesores lo hace sin dudar.




Pero volviendo a los que visten de negro, que recursos tienen ellos para poder darnos un buen trabajo? En muchas oportunidades se ha podido conocer su manera de pensar, y sorprenden algunas de sus respuestas porque tal vez se espera otros criterios. Por ejemplo; la mayoría piensa que la tecnología del video no debe de llegar al futbol, ellos mismos conceptúan que los errores que se cometen son parte de la salsa del futbol, ¿qué cosas no?



Pero mas allá de que el video llegue o no a ser realidad, hay otros factores que se pueden tener en favor de los árbitros que podrían ayudar mucho a su tarea.



Si los futbolistas hacen pretemporada y se preparan para un largo año, los árbitros deben hacer lo mismo, y por si no se sabe, sí sucede. Pero ¿tienen un centro de alto rendimiento para poder cumplir esa tarea y poderlo hacer todos juntos? ¿Que tan lejos podemos estar de profesionalizarlos? Si los futbolistas se preparan y dedican todo su tiempo para el futbol, si los técnicos solo se dedican a dirigir a sus equipos, si los dirigentes dicen que las 24 horas del día no les alcanza para hacer todo por sus equipos, ¿por qué nuestros árbitros tienen que compartir su actividad deportiva con algún trabajo para poder parar la olla en casa?



Aunque no lo crean, no hay recursos económicos para tener el famoso espray que en otros países es muy común verlo, que sirve para el respeto de las barreras, cosa pequeña en un partido, ni siquiera en eso estamos en lo óptimo. Mejor ni hablemos de tener intercomunicadores o banderas de alta tecnología, y a pesar de aquello los nuestros inventan siempre para tratar de tener de una u otra manera algo de esos avances para buscar un mejor rendimiento.



Muchas veces hemos pedido que sean los árbitros de afuera los que piten cosas decisivas en nuestro torneo, pero cuando lo hicieron, ¿acaso no tuvimos en algunas oportunidades actuaciones deficientes? Una batalla ganada por nuestros árbitros a nivel de Congreso fue el evitar definitivamente la llegada de extranjeros que piten las finales, "Si no somos buenos para dirigir finales, tampoco lo estamos para el resto del torneo; que vengan los extranjeros a dirigir todo el campeonato, que nosotros no lo haremos." Con esta advertencia (amenaza), se logro lo antes mencionado.



Es verdad que es difícil que se busquen recursos absolutos como para poder hacer de que todos se dediquen solo a esto, pero, ¿es entonces justo que se les pida excelencia cuando trabajan en los partidos? Sabemos que todo lo que se manifiesta pasa por lo ideal más que lo real, pero también se debe ser más justo, ecuánime y sobre todo calmado a la hora de analizar el tema. Nuevamente cosa difícil de hacer cuando la pasión nos desborda y nos traiciona pensando que el árbitro le metió la mano al partido para perjudicar a nuestro equipo.



Para mejorar nuestro arbitraje debe de haber el compromiso de todos, no solo de "los de negro" para la evolución. No puede ser posible que en este país se pueda decir suelto de huesos que un árbitro condicionará su actuación por ser de uno u otro equipo, y que no reciba ninguna sanción este dirigente por tremenda aseveración que pasa por una percepción y no por tener las pruebas de ello. De los árbitros ¿cuántas veces no escuchamos a un dirigente decir que les habían robado el partido? ¿Se sancionó a los dirigentes por decir esto?



Mejor ni hablemos de la prensa que hace las mismas acusaciones sin tener ningún control de nadie. Hemos visto, escuchado y leído a colegas afirmar que nadie les quita de la cabeza que el árbitro le metió la mano al encuentro a propósito para perjudicar a un equipo que generalmente es el de su predilección. ¿Cuántos de ellos podrían probar esto si fuesen demandados por la justicia ordinaria?

Si así somos los que más objetivamente debemos de portarnos, como podemos entonces pedirle a la parte más baja y nutrida de la pirámide que es la hinchada, que no sea injusta a la hora de calificar a los árbitros. Es tonto pedirles comportamientos que nosotros no somos capaces de realizar, a veces este tipo de acciones nuestras son las que alientan a los bárbaros infiltrados en los estadios para la violencia desmedida, siendo los árbitros como protagonistas principales del Show, blancos fijos para la agresión.



Los árbitros han logrado muchas cosas a través del gremio cada año de manera pausada en los Congresos, pero falta mucho por hacer. Es cierto que suena injusto pedir siempre protección para ellos cuando su nivel en muchos casos no mejora, pero estas son reformas en la estructura que también tienen que generarse para mejorar el "Todo". Tal vez con estos detalles que por cierto no son todos los que suceden alrededor del trabajo arbitral podríamos llegar a mejorar el nivel de ellos, pero ya es hora que aparte de demandar siempre, también otorguemos. Con mejoras para ellos, pero de manera honesta y decisiva lograremos mejorar su nivel, y por "Efecto Rebote", se verán actuaciones más justas y satisfactorias para todos. Pero si damos poco o nada, no podremos exigir mucho a cambio. Eso no sería justo